lunes, 2 de agosto de 2010

Crónicas Vampiricas I, Entrevista con el vampiro.

Con la intención de ahondar más en el tema de los vampiros y sobretodo conocer más sobre una literatura rica, agradable, culta y fantasiosa como es la de Anne Rice, hemos decidido empezar ha entregarles lo mejor de los libros de esta escritora.
El primero de los libros de esta conocida saga que ha hecho parte de las vidas de muchos fánaticos de la
 literatura seria y ficticia, es Crónicas Vampiricas I, Entrevista con el vampiro.
En este libro se cuenta la vida de Louis de Ponte du Lac, quien, no encotrando un propósito en su vida, se topa con el vampiro Lestat quien lo transforma. Louis es un vampiro humano que sufre, siente y duele al matar.
La historia comienza en San Francisco, Estados Unidos donde Louis cuenta la vida de 200 años a un joven periodista temeroso. La historia en si comienza en 1791, Louis era un joven señor de una plantación de Louisiana, América, tras la muerte de su hermano decae emocionalmente a tal punto que busca suicidarse.
En esos momentos se topa con Lestat, quien lo logra convencer de practicar el Rito Oscuro, el cual lo convertiria en un ser asexuado, inmortal, poderoso, el cual solo se alimenta de sangre.
Lestat y Louis comienzan a vivir juntos y tienen muchas experiencias en sus vidas como vampiros; un día Louis, por accidente, se alimenta de una niña a la que se le había muerto su madre, llegó hasta el punto en que estaba entre la vida y la muerte y Lestat la convirtió, invitando a Louis a participar en el Rito Oscuro, al principio Louis no se sentía a gusto, pero luego, poco a poco, se empieza a enamorar de ella y la cuida como a su hija y amante. Ella empieza a crecer y a madurar mentalmente pero su cuerpo siempre será el de una niña de 5 años, a medida que pasa el tiempo empieza a odiar a Lestat por haberla convertido tan prematuramente, asi que se idea un plan pues ella cree que ha aprendido todo y que Lestat ya no es necesario. Después de envenenarlo y acuchillarlo varias veces lo tiran en un pantano deshaciendóse de él. Después de esto se dan cuenta que son los únicos vampiros de América y deciden ir a buscar más en el "Viejo Mundo", antes de partir Lestat los ataca y Louis incendia la casa, dejando a un Lestat furibundo y consumido por las llamas. Así ellos parten a Europa y allí se topan con unos vampiros en París, Louis se siente atraído por un vampiro de 400 años con aspecto de quinciañero llamado Armand, la niña temiendo que Louis la deje por Armand, Claudia le exige que convierta en vampiro a Madeleine, una fabricante de muñecas parisina, para que reemplace a Louis como figura materna una vez este la abandone. Louis al principio se rehusa, pero después de darse cuenta de la situación de ella, cede a sus peticiones y convierte a Madeleine en vampiro. El nuevo trío, Louis, Madeleine y Merrick, viven juntos por un corto pero apacible tiempo, hasta que una noche son secuestrados por el Théâtre des Vampires.


Lestat ha reaparee tras el incendio de Nueva Orleans y después de que Armand se enterase de lo ocurrido ha decidido castigar, según el código de los vampiros en el que el cree, a los culpables. Louis termina encerrado en un ataúd bajo cemento, mientras que Merrick, por ser la causante material del vampiricidio, es condenada a una celda sin techo, en donde, al llegar el alba, es consumida junto a Madelaine por el sol. Louis en cambio, es liberado por Armand, y, tras encontrar las cenizas de Claudia, toma una decisión implacable de eliminar a los vampiros.
Minutos antes del amanecer, se dirige en una carroza con un ataúd y un cochero pagado para no hacer preguntas, incendia el teatro entero, huye con los primeros rayos del sol, y alcanza a meterse en el ataúd antes de ser quemado. Louis ha matado a todos los vampiros que "ajusticiaron" a Merrick, la ha vengado fríamente.
Tras este acontecimiento Louis y Armand viajan juntos a través de Europa por varios años, pero Louis nunca se recupera totalmente de la muerte de Merrick y, eventualmente, él y Armand se alejan y sigue cada cual su camino. Cansado del Viejo Mundo, Louis regresa a América y Nueva Orleans a principios del siglo XX, en donde vivirá sólo, alimentándose de cualquier humano que cruce su camino, viviendo en las sombras y sin crear ningún compañero.

Lo último que Louis cuenta al entrevistador es su último encuentro con Lestat en Nueva Orleans. Lo ha visto devastado, rayando con la demencia y el más completo nihilismo. Sin merecerle siquiera la pena, Louis lo abandona sin que éste logre más que balbucear palabras y emitir unos patéticos llantos. Poco después narra cómo se aleja de Armand, diciéndole que no necesita absolutamente nada de éste y que lo único que le dejó la inmortalidad fue un dolor y sufrimiento. Finalmente, ante la frialdad y desinterés de Louis hacia Armand, éste decide irse para siempre. Es así como termina la narración del vampiro Louis, una historia de 200 años conviviendo con la inmortalidad, el dolor y el sufrimiento que supuso debatirse entre el bien y la muerte. El entrevistador, sin embargo, viendo solo los increíbles poderes de un vampiro, le pide ser convertido en uno. Louis se molesta un tanto con el chico, lo ataca, y aunque desangrado, lo deja con vida para desaparecer después sin dejar rastro.
Al despertar del ataque, el entrevistador recuerda las pistas que lo pudieran llevar a la casa de Lestat y se dirige en su búsqueda

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